Francisco  Ortuño

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Francisco Ortuño nace en Murcia donde cursa estudios en Artes Aplicadas y Oficios Artísticos. Durante años sigue cultivando este ámbito, participando en diferentes proyectos de teatro y danza, a la par que se desarrolla en él una inquietud cada vez mayor hacia la educación, especialmente en las aulas de Infantil. Progresivamente, dicha inquietud se transforma en una vocación que le lleva a estudiar Magisterio en la Universidad de Granada donde pronto conecta con corrientes de renovación pedagógica que tiene la gran suerte de empezar a poner en práctica en su primer trabajo en una escuela granadina.

 

Tras varios años trabajando en diferentes escuelas se genera en él una clara conciencia de que los sistemas educativos con los que ha entrado en contacto no resuelven las necesidades de cuidado y acompañamiento que requieren los infantes para que estos puedan desarrollar todo su potencial como seres humanos. Esta toma de conciencia le lleva a dejar España por un proyecto de educación en una comunidad indígena en Amazonas. Allí conoce otra realidad humana y educativa que, un año más tarde, le lleva a vivir a Cotopaxi, Ecuador, donde participa en una escuela creada para los trabajadores del campo

 

Su constante búsqueda de un modelo educativo holístico y respetuoso para con los infantes lo impulsa a viajar de nuevo por diferentes escuelas, esta vez en Costa Rica, donde conoce fascinantes maestros rurales y contextos sociales desfavorecidos, experimentando de primera mano los principios de la Pedagogía Crítica de Paulo Freire, especialmente el grandísimo potencial de la educación como arma de transformación tanto de individuos como de sociedades enteras.

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Cuando regresa a España desarrolla un proyecto de arte que pone en marcha  en distintas escuelas de la Región de Murcia. Simultáneamente, empieza a formarse en diferentes pedagogías activas (Escuela Bosque, Montessori, Reggio Emilia, Waldorf, etc.). En 2008 junto con un pequeño grupo de familias, funda  la escuela de educación Waldorf de Murcia, escuela en la que trabaja durante 8 años compaginando sus labores docentes con la impartición de charlas, talleres y cursos en diferentes espacios docentes como la Universidad de Murcia o la Escuela Oficial de Idiomas de San Javier. Durante estos años, el contacto con Inés Gámez (fundadora en España de las "Madres de día") supone un punto de inflexión en su quehacer pedagógico para transformar un modelo educativo cada vez más centrado en el "entertainment" y en "mostrar actividades grandiosas"  por el de poner en valor las cosas sencillas de la vida, especialmente en la infancia.

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En el año 2016 y  en busca de otras formas de entender la educación, La Estrella del Pez Luna en Madrid se cruza en su camino y le permite explorar  horizontes educativos que se sitúan en la más absoluta vanguardia y en donde podrá empaparme de toda la sensibilidad, sabiduría y saber hacer que atesora su gente y su metodología. Allí descubre la Educación Creadora de la mano de su fundador Miguel Castro y las enseñanzas del Instituto de Comunicación No Violenta.   Todo este movimiento transformador fueron motores de otro gran cambio de rumbo en su vida con un firme propósito: aportar su granito de arena en la construcción de experiencias respetuosas  y coherentes para la infancia y el ser humano en su tierra natal, Murcia. Así,  en 2019 toma forma forma  La Casita de la Huerta como un espacio íntimo, de retorno al hogar para el cuidado y la protección de un pequeño grupo de niños y sus familias que durante un año de vida compartió espacios y aprendizajes en la Casa Nido del  centro de salud materno-infantil Nacer, y que en 2022 regresa al hogar como "Padre de día".

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